sábado, 6 de abril de 2013

Módulo II Necesidad vs. Deseo


La incorporación de la mujer al mercado laboral
Las mujeres desempleadas en general, y sobre todo las mujeres que quieren reincorporarse a la actividad laboral después de estar apartadas unos años de la actividad, no tienen facilidades para conseguir un puesto de trabajo asalariado. Este hecho ha provocado que muchas mujeres hayan tomado la decisión de montar una pequeña empresa o de crear su propio puesto de trabajo, aprovechando la experiencia laboral y profesional adquirida. 
Nos encontramos aquí con que un sector importante de la población con restricciones serias de la posibilidad laboral en relación de dependencia o en situación de trabajo en negro.

Cambios en el entorno social
Al cambiar el entorno social nos se presenta la realidad que tradicionalmente, las mujeres siempre han podido invertir mucho menos tiempo a su vida profesional que los hombres. La existencia de unas costumbres sociales todavía muy arraigadas constituye uno de los principales obstáculos con que se ella se encuentra para poder desenvolverse en cualquier actividad o desarrollo profesional. Sin embargo en los últimos años la mujer ha ido accediendo al mundo del trabajo de una forma más regular. Para ello, han sido determinantes los siguientes factores:
·        Matrimonios a edad más avanzada.
·        Planificación de la maternidad (disminución del número de hijos proyectados en relación directa con otros proyectos y expectativas surgidos de la pareja)
·        Independencia de la mujer en el ámbito de la pareja.
·        Aumento de la tecnología doméstica.
·        Aumento de servicios personales (servicios domésticos, escuelas infantiles...).
·        Incremento del consumo familiar.
·        Esperanza de vida más larga.
Todos estos cambios definieron la evolución de la sociedad en incidiendo en una mayor disponibilidad de su tiempo y en su independencia económica.
Es evidente que estas modificaciones son el resultado de una transformación socioeconómica que influyó en la mentalidad de la sociedad.
Se ha  mejorado la calidad de vida de grandes sectores de la ciudadanía (no todos) y un incremento del consumo en calidad y variedad.
La creación de una nueva clase media con gastos e inversiones que no se puede ser  mantenida únicamente con el sueldo de un aportante, ha exigido a la mujer a adquirir una formación y cualificación profesional para acceder a su ubicación laboral, con exigencias de un alto nivel de competitividad con respecto a lo solicitado al personal masculino.
Se ha incrementado la competencia femenina al escoger carreras con mayor potencial de desarrollo profesional,  dándose una integración de la mujer en las empresas en puestos de dirección y como ejecutivas pero lentamente por las barreras de prejuicio que subsisten.
El mundo laboral está lleno de valores masculinos pese a las políticas de igualdad de oportunidades existentes que tratan de reformular la situación en sectores muy masculinizados, donde no hay acceso a la incorporación de la mujer a áreas directivas  que pertenecieron tradicionalmente al poder del hombre, respondiendo a sus valores, hábitos y costumbres.

Cambios en la cualificación de la mujer
 Hay una importante evolución en su cualificación en el desempeño femenino, motivada por:
·        El acceso masivo de las mujeres a la enseñanza superior.
·        El aumento de sus conocimientos profesionales, mediante la especialización.
·        La formación permanente (ocupacional, de adultos, reciclajes profesionales, etc.).
·        El incremento de la experiencia, derivada del mayor porcentaje de mujeres en el mundo laboral.
Hoy día las mujeres exceden la mitad de alumnos de las facultades y escuelas universitarias.
Todo lo que rodea al trabajo está en permanente transformación, de allí que sepamos  que ese trabajo no es para toda la vida y que normalmente puede ser cambiado, e incluso de la profesión, por lo que la mujer debe reciclarse y formarse continuamente.

Autorrealización
El deseo de autorrealización es la afirmación y expansión, que proviene de la necesidad de autovalorarse y de conseguir reconocimiento social, siendo otra motivación esencial que se manifiesta.
Las mujeres aprenden a incrementan su capacidad comercial y de relaciones humanas, siendo habilidades que desarrollan extraordinariamente. A la pregunta de qué trabajo prefieren, la mayoría acostumbra a responder que todo aquello que esté relacionado con las relaciones humanas, sociales, con el trato con clientes, etc.
Discriminación
En la empresa privada la discriminación es más intensa y frecuente que en la Administración Pública. Generalmente, en las empresas antiguas, tradicionalmente muy masculinas, es más evidente la discriminación de la mujer, que se ve igualmente favorecida por las empresas con estructuras muy jerarquizadas donde se guarda relación también con la edad de los directivos ya que a los hombres de edad avanzada les resulta más difícil que a los jóvenes tolerar la presencia de mujeres en cargos de responsabilidad. Puede encontrarse con actitudes hostiles masculinas que intentarán boicotear su acceso al puesto y sus iniciativas lo que redunda en perjuicio de su rendimiento, ya que el continuo estrés por el exceso de control y los errores son amplificados y atribuidos por extensión a la condición femenina.




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