lunes, 8 de abril de 2013

Módulo III Preguntas con o sin respuesta....


 Decido o me dejo llevar? Responsabilidad.  Hacerse cargo pero…

·      La importancia de lo cotidiano

·      Esposa, madre, empleada… y mujer cuando?

Quise ser… pero no pude. La frustración latente

·     ¿Porque a mí? Pero… ¿a vos también?

Muchos de los puntos a tratar en éste módulo están incluidos en una entrevista a la Lic. Patricia Faur, psicóloga especializada en relaciones afectivas que dirige grupos de mujeres con dependencia emocional y que inician la contribución de opiniones y el debate entre todas.


Se puede plantear también que el deseo es la pluralidad de deseos ya que hay muchos de ellos que se van conjugando de acuerdo a las distintas etapas de la vida. Así como en la adolescencia es el deseo de la  independencia, después la realización personal, profesional o académica, la postergación de la maternidad en función de la profesión, el deseo de armar una pareja y dejar un espacio para ella antes de la maternidad, después de los 50 el deseo de servicio y también de una búsqueda espiritual. La mujer quiere tener una familia, realizarse profesional o laboralmente, viajar, desarrollarse en diferentes aspectos, pero se encuentra con la imposibilidad de renunciar a algo  lo que conlleva a una sobrecarga y a un estrés crónico.
Actualmente aparecen deseos que entran en pugna en la vida cotidiana como el de ser madre y al mismo tiempo avanzar fuerte en la profesión o trabajo y que cada día proponen una exigencia mayor al enfrentarlos.
Lo que se ve en la consulta terapéutica, menciona la Lic. Patricia Faur, es el deseo de ser amada y reconocida, incluso se ve que las mujeres más dependientes afectivamente son las más talentosas, siendo tal la necesidad que las reconozcan y valoren que se destacan muchísimo en distintas áreas. Lo que subyace  a ese éxito es una niña que desea desesperadamente que la quieran. A veces hay mucho miedo en las empresarias o en las políticas de llegar a determinado lugar de poder y quedarse solas. En el pasado la familia desempeñaba un rol de contención muy importante, en cambio en la mujer contemporánea ya no tanto y así como la familia y la religión daban estabilidad la mujer posiblemente se encontraba menos exigida. Ahora en cambio sienten siempre que le falta algo.
También el terreno emocional el crecimiento profesional se encuentra en pugna con el erotismo ya que cuando una mujer va accediendo a determinados lugares de poder le cuesta mucho encontrar un par, entonces muchas veces las mujeres poderosas están acompañadas por hombres que no están a su mismo nivel económico, intelectual o social. Y estas relaciones asimétricas pueden terminar completamente “deserotizadas”. Todavía en el imaginario, las mujeres necesitan estar junto a hombres con más poder que ellas.
En un momento la mujer dejó de aparecer como un “objeto sexual” para convertirse en “sujeto sexual”, en “mujer deseante”, sigue manifestando la Lic Patricia Faur.
También están los “no deseos”. La mujer actual se permite decir “no deseo casarme” o “no deseo ser madre” por ejemplo, son permisos que hoy se da, dando lugar a nuevos modelos de maternidad y de no maternidad. Se puede ser madre a través del servicio y la atención hacia los otros, por ejemplo. También está planteado el tema del vacío. La depresión que es la enfermedad del siglo XXI está muy ligada a la sensación del vacío y esa sensación actualmente está o pretende estar satisfecha con ideales de perfección y con exigencias. En realidad es la desesperación por llenar un vacío que nunca se va a llenar. Y por lo tanto el aceptar que esos modelos aspiracionales nos hacen mucho daño.
Es un avance que hoy la mujer tenga habilitados todos los deseos. Pero el mensaje “podés lograrlos” genera frustración si no existe el planteo que indica que no es posible concretarlos todos al mismo tiempo. Por lo tanto se elige tanto lo que se gana como lo que se deja. La renuncia es poder elegir, el mandato es “tengo que poder con todo” y no es viable, por eso la priorización y la inteligente posibilidad de delegar en otros.


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